Sarna en cobayas: causas, síntomas y tratamiento

Unos ácaros –parásitos de la piel– son los responsables de la fácil propagación de esta enfermedad; las señales para reconocerla son relativas a que el roedor se rasque de manera compulsiva, tanto que si no se actúa a tiempo puede lesionarse gravamente
Sarna en cobayas: causas, síntomas y tratamiento

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 octubre, 2022

La sarna en cobayas es más común de lo que pensamos. Esta afecta a miles de animales cada año y es importante saber de qué se trata para ser precavidos. ¿Sabes qué es la sarna? Te contamos todo sobre ella, sus causas, síntomas y tratamiento.

Todo lo que debes saber sobre la sarna en cobayas

Qué es la sarna

La sarna es una enfermedad que produce unos ácaros que actúan como parásitos sobre la piel del animal. Hace que el animal quiera rascarse y que incluso se lesione al hacerlo. Cuando el ácaro se introduce por la piel del ejemplar, este empieza a poner huevos que más tarde se convierten en otros ácaros; así se repite el mismo ciclo una y otra vez.

La velocidad con la que se reproducen es abismal, por lo que en menos tiempo del que imaginas tu cobaya podría querer rascar todo su cuerpo todo el tiempo. Si tienes más de una cobaya, tendrás que separarlas, ya que esta enfermedad es contagiosa al contacto con la piel o cualquier objeto que la cobaya infectada haya podido tocar.

Sarna en cobaya: síntomas

Para evitar que los ácaros permanezcan vivos, es recomendable lavar todos esos objetos, incluidos la cama, el bebedero y comedero y objetos de juegos y los esterilices con agua caliente. Si tu economía te lo permite, tíralos y compra unos nuevos.

Causas de la sarna en cobayas

Es extraño que la sarna en cobayas aparezca sin más. Normalmente ocurre porque hay un animal infectado que ha estado en contacto con el tuyo. No tendría que ser necesariamente una cobaya, podría ser un perro, un gato, un hámster u otro.

También es posible que una cobaya se infecte con la sarna por vivir en condiciones insalubres y poco higiénicas, algo improbable en alguien que tiene y aprecia a una mascota.

Síntomas de la sarna en cobayas

Al principio, los síntomas no podrían ser muy evidentes. Lo que más produce es picazón y comezón en la piel. Tu cobaya comenzará a rascarse, pero si la enfermedad está en su primera fase es posible que no le des mayor importancia, pues los huevos solo estarán en una zona del cuerpo.

Cobaya: cómo enseñar trucos

Conforme estos vayan haciendo ‘su trabajo’, el picor se extenderá a más zonas del cuerpo, con lo que comenzarás a notar que tu cobaya se rasca de manera compulsiva por todas partes. Con el tiempo, el pelo de tu mascota comenzará a caerse y tu cobaya podría adelgazar, ya que el malestar que la enfermedad le genera le quitará el apetito.

Podría tener una especie de caspa ocasionada por rascarse más de lo normal, lo cual puede suceder especialmente de noche. También podrían verse pequeñas heridas abiertas por haberse mordido la piel.

Tratamiento para la sarna en cobayas

El tratamiento de la sarna en cobayas es similar a la sarna en otros animales o humanos. El objetivo principal es matar al parásito que se está comiendo literalmente al animal por dentro. Esto se hace con inyecciones de un fármaco llamado ivermectina.

Sarna en cobaya: tratamiento

También se podrá tomar de forma oral o tópica, aunque dependiendo del estado del animal y de lo avanzada que esté la enfermedad, se elegirá uno u otro método.

La selamectina también podría cumplir con esta labor y el veterinario te dirá cómo aplicarla. El tiempo del tratamiento, sin importar si es uno u otro, se determina según lo avanzada que esté la enfermedad, aunque normalmente nunca será menos de quince días.

Las dosis deben ser acertadas y nunca sobrepasarlas pues podrían matar al animal. Por ello, sigue siempre al pie de la letra las indicaciones, consejos y recomendaciones del veterinario.

La sarna no es una enfermedad mortal, pero sí podría hacer sufrir mucho a tu animal además de desmejorar gravemente su apariencia y estado de salud. Por ello, en cuanto veas algún cambio en su comportamiento que indique los síntomas antes indicados, no dudes en ir al veterinario.

 

 

 


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