La sarna sarcóptica en animales de granja

A primera vista, la sarna no parece una enfermedad especialmente grave en los animales. El problema viene cuando los debilita y permite que aparezcan otras enfermedades.
La sarna sarcóptica en animales de granja
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 09 febrero, 2022

Sarcoptes scabiei es el ácaro causante de la sarna sarcóptica, una infección sufrida por todo tipo de mamíferos. Como la gran mayoría de los ácaros es un parásito obligado, pues fuera del huésped no es capaz de sobrevivir. Esto hace que no provoque una enfermedad mortal —puesto que se quedaría sin «casa»—, pero sí muy molesta y debilitante.

La sarna sarcóptica afecta a la piel y produce una picazón desagradable en todo tipo de animales y en el ser humano. De hecho, es una ectoparasitosis cosmopolita, contagiosa y más frecuente de lo que nos gustaría. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre esta enfermedad en los animales de granja.

La sarna sarcóptica en los animales

A lo largo de los años de estudio de esta inquietante enfermedad, se han descrito diferentes variedades del ácaro causante. Por desgracia, algunas de ellas son específicas de los animales domésticos con los que compartimos nuestro entorno.

Todas estas variedades domésticas pertenecen a la especie Sarcoptes scabiei y el nombre de cada una va en consonancia con el hospedador al que infecta. Por ejemplo, Sarcoptes scabiei variedad canis afecta a perros, mientras la variedad bovis tiene predilección por el ganado vacuno.

Ciclo biológico del ácaro

Este parásito se reproduce sobre el animal infectado y después la hembra gestante se introduce en su piel, donde desarrolla una serie de túneles. En el interior de estos túneles va depositando los huevos, unos 30-50 en total.

Las larvas eclosionan de estos huevos y emergen a la superficie de la piel para transformarse en ninfas, la fase «joven» del ácaro. De ahí pasan a la fase de adultos, que vuelven a reproducirse. Desde luego, estamos ante un ciclo parasítico bastante desagradable a nivel conceptual.

Durante todo este tiempo, los parásitos pueden permanecer sobre el mismo hospedador o pasar a otro. Las fases contagiosas son ninfas y adultos, que son los que pueden abandonar temporalmente el cuerpo del primer animal. Para hacerlo, es necesario que el individuo infectado contacte de forma directa con otro susceptible.

Por ello, la sarna es más fácil de transmitir entre animales que viven en grupo.

Un oso que se rasca la cara.

Síntomas de la sarna sarcóptica

Se habla de sarna cuando existe una picazón constante e insistente de la piel que el rascado apenas consigue aliviar. El picor es consecuencia de la inflamación de la piel ante los estragos causados por el parásito. De hecho, se produce una cierta reacción alérgica con la aparición de enrojecimiento, dermatitis, úlceras y ampollas.

La lesión por excelencia es lo que se conoce como pápula eritematosa, una pequeña elevación de la piel de color rojo y contenido sólido. Estas pápulas, al ser rascadas, dejan una costra sangrante, también bastante llamativa.

El signo más evidente que de verdad puede dar alguna pista sobre la presencia de Sarcoptes scabiei son las líneas grisáceas y sinuosas que aparecen en la piel. Estas son reflejo de las galerías que la hembra excava en su interior para dejar sus huevos.

Además de los síntomas relacionados de forma directa con la presencia del ácaro, pueden aparecer otros derivados de la bajada de las defensas. Esto permite que otros patógenos, generalmente bacterias, aprovechen su oportunidad e infecten al animal enfermo.

La sarna sarcóptica en los cerdos: un problema para la ganadería

El ácaro que afecta a los cerdos domésticos es la variedad conocida como Sarcoptes scabiei suis. Dentro de este animal su ciclo biológico dura unos 15 días, es decir, a los 15 días una nueva tanda de parásitos adultos pueden seguir enfermando al animal infectado.

En los cerdos se ha detectado mayor prevalencia de sarna en los meses fríos, quizá porque los animales buscan permanecer juntos para mantener su temperatura corporal —ya hemos visto como el contacto directo es lo que permite la transmisión—.

De hecho, la sarna sarcóptica es una enfermedad mucho más común en granjas de producción intensiva, donde los animales tienen menos espacio. Estos pueden infectarse tan solo 24 horas después del contacto con el primer portador.

Consecuencias para la ganadería porcina

La prevalencia de sarna es a veces demasiado elevada en las granjas de ganadería intensiva, sobre todo en países centroeuropeos o de la cuenca mediterránea. Aún así, también en regiones cálidas de Norteamérica se han descrito valores elevados de esta parasitosis.

Hay que entender que esta enfermedad se presenta en forma de iceberg. Es decir, solo apreciamos un pequeño porcentaje de todos los animales infectados. El problema de esto es que la sarna actúa como elemento inmunosupresor y puede permitir la llegada de enfermedades de verdad graves, como Aujeszky o el virus de la Peste Porcina Africana.

La sarna, por tanto, representa numerosas pérdidas en ganadería derivadas del menor rendimiento productivo de los cerdos.

Un grupo de cerdos de granja.

La sarna sarcóptica como zoonosis

El agente causal de la sarna sarcóptica en humanos es Sarcoptes scabiei variedad hominis, por lo que se cree que el resto de variedades no nos afectarían de la misma forma. Sin embargo, a la hora de la verdad, sí que nos podemos contagiar por contacto con animales infectados.

Por lo tanto, las personas que se relacionan de forma habitual con animales potencialmente portadores de este ácaro tan molesto harían bien en tomar precauciones.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.