¿Se puede cambiar el olor de un perro?

¿Se puede cambiar el olor de un perro?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 13 diciembre, 2017

El amor por tu mascota es incondicional, pero no es capaz de ignorar los aromas que su organismo puede desprender. Para que los abrazos sean más agradables, hay métodos sencillos para cambiar el olor de un perro.

Cada animal posee su aroma característico y no pueden oler igual que una persona. La composición natural del cuerpo y los hábitos de higiene son totalmente diferentes, lo que genera olores propios en cada especie.

Elegir convivir con un perro significa aprender a respetar sus características innatas. Sin embargo, el aroma desagradable del animal puede ser señal que su organismo se encuentra afectado.

Se pueden aplicar los métodos para cambiar el olor de un perro. Pero es necesario estar atentos a los posibles síntomas de algún trastorno y llevarlo al veterinario inmediatamente.

¿Qué puede provocar el mal olor en un perro?

Mucha gente cree que el mal olor de un animal se debe a la mala calidad del aseo proporcionado por su dueño. Sin embargo, muchos problemas de salud tienen el mal olor como síntoma de su evolución. Principalmente cuando el aroma desagradable se concentra en una zona determinada.

En estos casos, para cambiar el olor de un perro, es necesario combatir la patología en su organismo y erradicar el agente causador.

4 trastornos que provocan mal olor en tu mascota

Otitis

Esta inflamación del oído provoca un aroma nauseabundo cerca de las orejas. Sus principales causas son: infecciones virales, bacterianas o fúngicas, alergias y alojamiento de cuerpos extraños en la cavidad auditiva.

La otitis externa (inflamación de la zona externa del oído) es el trastorno más común en los perros. Las razas con orejas pendulares, como los Cocker Spaniel, los Labradores y los Basset Hound, son más comúnmente afectados por la otitis.

Las otitis suelen avanzar rápidamente y desarrolla condiciones más graves. Es el caso de alcance del tímpano, ocasionando daños irreversibles a la salud del animal.

 Afecciones en la piel

Además de picor, heridas e inflamación, las afecciones cutáneas suelen provocar mal olor en toda la extensión del cuerpo del animal. Los casos más frecuentes son de infecciones y alergias cutáneas. Las principales causas son las infecciones bacterianas, alergias o alimentación desequilibrada.

Flatulencias

La acumulación de gases puede ser señal de una mala alimentación, de la ingestión excesiva de comida o de algún trastorno respiratorio, estomacal o intestinal. Es indispensable consultar un veterinario en caso de que el perro suelte muchos gases.

Higiene bucal

Los perros pueden sufrir problemas en su salud bucal, principalmente si existe una gran acumulación de sarro en dientes y encías. La halitosis (mal aliento) puede ser provocado por una mala alimentación, por problemas en el sistema digestivo o por falta de higiene oral.

¿Cómo cambiar el olor de un perro?

Descartada la posibilidad de una enfermedad, se puede optar por uno de los siguientes 4 métodos simples para cambiar el olor de un perro:

  1. Cepillar regularmente su pelaje

La acumulación de pelos muertos puede provocar mal olor en el cuerpo del animal. Por eso, se recomienda cepillar semanalmente el pelaje de tu mascota y optar por el tipo de cepillo indicado para su pelo.

  1. Baños en cantidad necesaria y buen secado

Bañar excesivamente a tu mascota puede remover la camada de grasa natural (cebo) que envuelve y protege su cuerpo.

En lugar de mejorar la higiene, los baños en exceso empeoran el olor y dejan el animal más vulnerable. Lo recomendable es bañar un perro 1 o 2 veces por mes.

Después del baño, es indispensable secar bien los pelos del animal. La humedad puede contribuir para la proliferación de hongos y causar mal olor en el cuerpo. Lo ideal es utilizar un secador de pelo, con cuidado para que el ruido no asuste el animal.

  1. Higienización de boca y orejas

Boca y orejas son expuestos constantemente a la suciedad del ambiente y entran en contacto con diversos microorganismos. Una higiene débil puede ocasionar mal olor y dejar el animal más vulnerable a afecciones diversas.

Para los oídos, se recomienda una limpieza semanal con gasa limpia en las partes externas de la oreja y en el principio del canal auditivo.

Para la boca, lo ideal es cepillar los dientes del animal de 2 a 3 veces por semana. Y hacerlo utilizando solamente productos aptos para el uso animal.

  1. Alimentación equilibrada

Una mala alimentación puede provocar desnutrición, enfermedades y mucho mal olor en la boca de tu mascota. Se debe elegir un buen alimento balanceado, de acuerdo con la edad y el porte del animal. Además, evita introducir comidas cocinadas o industrializadas en la dieta.

Resumiendo: para cambiar el olor de un perro es necesario prestar atención a su salud y a su alimentación. También hay que mantener hábitos de higiene inteligentes para los pelos, las orejas y la boca.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.