¿Se puede identificar a un perro por sus heces?

Gracias al avance de la tecnología, los científicos han podido desarrollar un sistema que, a través del análisis de marcadores genéticos, permite identificar el origen de las heces caninas; en otros términos, identificar a un perro por sus heces
¿Se puede identificar a un perro por sus heces?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 24 mayo, 2019

En la actualidad existe un sistema que permite identificar a un perro por sus heces mediante un análisis genético. Y cada vez son más los ayuntamientos que deciden aplicarlo para combatir la contaminación generada por el abandono de heces caninas en espacios públicos.

A continuación, te explicaremos cómo es posible identificar el ADN de un perro a partir de sus heces; también hablaremos sobre los debates generados por el empleo de dicho método para sancionar a los dueños.

¿Es posible identificar a un perro por sus heces?

De forma simple, la caca del perro carga algunos trazos de su información genética. A partir de una muestra de heces, es posible aislar dichos marcadores en laboratorio; con esta información, y tras comparar con una muestra de ADN, se puede confirmar que la caca ‘pertenece’ a determinado perro.

Además de reconocer al ‘dueño’ de la caca, este tipo de análisis también ha permitido reconocer la procedencia de numerosas bacterias encontradas en las aguas subterráneas. De esta manera, se ha podido confirmar la presencia de residuos orgánicos de heces caninas en los acuíferos del subsuelo.

Más allá de atraer insectos que pueden transmitir enfermedades, las heces se disuelven con la ayuda de la lluvia y permiten que diversos agentes patógenos penetren en el subsuelo. Tras esta constatación, muchos ayuntamientos decidieron reforzar el combate al abandono de heces caninas.

Multas por no recoger las heces en Madrid

Análisis de ADN para identificar a los dueños que no recogen la caca de sus perros

En España, retirar la caca del perro en espacios públicos es una de las obligaciones de los dueños. El abandono de heces caninas puede conllevar sanciones económicas, o bien el cumplimiento de prestaciones ambientales sustitutivas.

Pero aún no existe una ley marco a nivel nacional que fije las sanciones aplicables al abandono de heces caninas. Cada municipio puede dictar sus propias ordenanzas en este respecto y definir el valor más adecuado para las multas.

Incluso son varios los municipios que han decidido implementar el sistema de análisis genético para identificar a un perro por sus heces y, de esa forma, sancionar a sus dueños en caso de no recogerlas. La idea es reforzar el combate al abandono de las heces y la consiguiente contaminación ambiental.

Básicamente, se trata de recoger una muestra de las heces abandonadas y, luego, analizar los marcadores genéticos para identificar su procedencia. Tras reconocer al perro que ha hecho las deposiciones, se procedería a sancionar a su propietario por no retirarlas.

Para que este método sea viable, es necesario crear un banco con muestras genéticas de los perros registrados en cada municipio. Solo al comparar los trazos de material genético de las heces con las muestras se puede confirmar la identidad del perro.

En consecuencia, los dueños son obligados a llevar a sus perros a realizar una extracción de sangre, a partir de la cual se obtiene su perfil genético. Posteriormente, cada propietario recibe una chapa identificadora que permite vincular el can con sus heces, y también ayuda a reconocerlo en caso de extravío.

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Polémicas sobre la eficacia y viabilidad del análisis genético 

Como era de esperar, la decisión de emplear la genética para sancionar a los propietarios viene generando mucha polémica desde su implantación en 2014. Desde entonces, más de 40 000 propietarios han sido multados por abandonar la caca de sus perros.

Por un lado, la investigación de ADN para identificar a un perro por sus heces resulta muy costosa. Además de los gastos con el análisis propiamente dicho, el municipio debe afrontar los costes referentes a muestras de sangre y trazados de perfiles genéticos de todos los perros registrados en su territorio.

Como apunta el Colegio de Veterinarios de Alicante (Icoval), se trata de una inversión muy alta en un método con poca eficacia comprobada. Principalmente porque el sistema despierta muchas dudas jurídicas sobre la custodia de las muestras recolectadas.

Para aumentar su confiabilidad, sería necesario que la toma de la muestra, el transporte y el procesamiento de las muestras fueran acompañados por un funcionario con la competencia necesaria para asegurar la legalidad del trámite. Ello implicaría una inversión aún más alta, lo que se reflejaría en la necesidad de fijar sanciones también más elevadas.

También, según el Icoval, dicho sistema tampoco ofrece ventajas para la localización de animales extraviados o robados. Como resaltan, los microchips permiten identificar el perro de forma inmediata, tras la lectura de su código, mientras la comparación de muestras genéticas tardaría al menos dos días para devolver resultados confiables.


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