5 señales que indican que un perro está a punto de morir

Aceptar la muerte de un ser tan querido nunca es fácil, pero estas señales pueden prepararnos si tenemos que tomar una decisión difícil
5 señales que indican que un perro está a punto de morir
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 05 febrero, 2022

Despedirse de un amigo nunca es fácil. Los perros viven menos que las personas y tenemos que asumir que su estancia con nosotros se acabará algún día. Todo este proceso de duelo es más fácil cuando conocemos de antemano la gravedad de la situación, así que conviene conocer las señales cuando un perro está a punto de morir.

¿Qué señales indican que un perro está a punto de morir?

La muerte de un animal se produce por un cese de las funciones de uno o varios sistemas vitales, como el ritmo cardíaco, la respiración… Algunas señales nos indican que algo ya no funciona bien en el cuerpo de nuestro amigo.

Perros viejos duermen mucho

1. Apatía y comportamientos extraños

Progresivamente, con la edad el perro aceptará menos actividad física; puede que incluso quiera dejar de dar largos paseos o salir de casa con frecuencia. Sin embargo, si este comportamiento cambia de un día para otro, podemos sospechar de algún tipo de problema de salud.

No obstante, que un perro muestre desgana no quiere decir que se vaya a morir; puede, simplemente, que se encuentre débil por alguna razón.

Cambios repentinos en el comportamiento de nuestro can senior pueden indicar síntomas de demencia senil, que para animales se conoce como el Síndrome de Disfunción Cognitiva. Un animal con este síndrome presenta:

  • Alteraciones en su ciclo del sueño.
  • Orina en sitios donde antes no lo hacía o lo hace de forma repentina.
  • Se desorienta. Puede no reconocer a las personas o animales que conocía, o deambula sin rumbo fijo.
  • Como hemos comentado se encuentra apático y puede parecer deprimido.

2. Analíticas anormales

Si alguna enfermedad está provocando el deterioro del perro, este aparecerá reflejado en una analítica sanguínea. Cuando órganos como los riñones, hígado, páncreas… se ven afectados, pueden causar síntomas externos en el animal y, según avance la enfermedad, pueden llegar a afectar a otros sistemas.

3. Constantes vitales alteradas

Las constantes vitales son medidas de varios parámetros fisiológicos que valoran de una forma rápida las funciones corporales más básicas de un ser vivo. Para cada especie hay un rango de valores normales que puede tener un individuo sano.

Cuando un perro está a punto de morir, estas constantes vitales muestran valores muy por encima o muy por debajo de lo normal. Las constantes se monitorizan en la clínica veterinaria y los rangos normales en perros son:

  • Temperatura corporal: 37,5 – 39,2 ºC.
  • Frecuencia cardiaca: 60 – 180 latidos/minuto. Una frecuencia por debajo de 60 latidos / minuto es bradicardia y, alrededor de los 200, taquicardia, que puede producir un paro cardíaco y la muerte del animal.
  • Frecuencia respiratoria: 10 – 30 respiraciones / minuto. El incremento de la frecuencia respiratoria se denomina taquipnea y lo contrario bradipnea. Una falta de oxígeno en el cerebro puede ser mortal.
  • Presión arterial sistólica de 100 – 160 mm de Hg y diastólica de  60 – 90  mm de Hg. Si nuestro perro tiene tendencia a la hipertensión, podemos conocerlo acudiendo al veterinario periódicamente para medir su tensión. Una hipertensión mantenida en el tiempo puede dar lugar a problemas renales y cardiovasculares.
  • Tiempo de relleno capilar: inferior a dos segundos. Se comprueba presionando sobre la encía del perro y contando el tiempo que esta vuelve a su color rosado normal; una coloración pálida o azulada puede indicarnos, además de deshidratación, problemas en el sistema cardiovascular.

4. No quiere comer, ni beber

Quizás es el signo más evidente, sobre todo si nuestro perro siempre ha mostrado un gran apetito. El perro deja de querer comer y la comida no le supone una motivación; también deja de beber y, en consecuencia, pierde hidratación.

5. Dificultad para respirar

Conforme la condición del perro se agrava, comienza a presentar serias dificultades para realizar cosas tan simples como respirar. Esto ocasiona que su inhalación se escuche extraña, con sibilancias, muy lentas o muy rápidas. Todo depende de cada caso, pero por lo general esta suele ser una señal de que la salud del can es bastante mala.

6. Pérdida de coordinación

Las variaciones en la presión sanguínea, la debilidad muscular y la desorientación propician que el perro camine de manera descoordinada. En consecuencia, se le suele ver que pierde el equilibrio, que se tropieza seguido o incluso que no puede pararse. Estos problemas se incrementan cuando la visión también ha sido afectada.

7. Incontinencia

Se le denomina incontinencia a la imposibilidad de la mascota para aguantar las ganas de ir al baño. Por lo tanto, evacua u orina en cualquier zona de la casa. Como te podrás imaginar, la situación implica que varios de sus órganos y sistemas no funcionan de manera correcta. Sin embargo, no todos los casos suelen tener resultados letales, así que es mejor acudir de inmediato con un veterinario.

8. Convulsiones

Las convulsiones se producen por una actividad irregular en el cerebro, lo cual pede ser ocasionado por diferentes patologías. Eso sí, ninguna de sus causas representan buenas señales para la salud del can. Al ser un órgano fundamental para la función del cuerpo, cualquier daño que se le produzca puede conllevar consecuencias severas.

9. Agresión

Esta señal no aparece en todos los casos, pero su presencia indica que los perros podrían encontrarse en sus últimos momentos. Todos los animales tienen un instinto de supervivencia que les hace ponerse a la defensiva cuando más vulnerables se sienten. De esta forma, pretenden evitar que alguien aproveche su situación y les haga daño.

10. No quiere cambiar de postura ni moverse

El animal se encuentra incómodo y no quiere moverse o se encuentra demasiado débil para ello. Esto ya supone una señal más preocupante y con la que tendremos que plantearnos si nuestro animal está sufriendo.

Evitar que nuestro perro sufra

Es un momento muy doloroso, pero si con el paso del tiempo vemos suficientes señales, tendremos que plantearnos ir al veterinario y consultar qué es lo mejor para evitar que nuestra mascota sufra. Al final, la última decisión la tiene el propietario, pero el veterinario es quien con su ojo clínico sabrá si ya ha llegado la hora del animal.

Perro expresa el dolor

Ante todo, recuerda que si estás preocupado por la salud de tu perro, debes acudir a un centro veterinario, pues la gravedad de la situación tiene que valorarla un profesional.


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  • Á. González-Martínez, B. Rosado, S. García-Belenguer, M. Suárez. Síndrome de disfunción cognitiva en el perro geriátrico. Clin. Vet. Peq. Anim, 2012, 32 (3): 159-167
  • ATEUVES. Parámetros fisiológicos en el perro y el gato.

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