Sentimiento de injusticia en perros

Sentimiento de injusticia en perros
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 28 noviembre, 2017

Por mucho tiempo se creyó que la moral era exclusivamente humana. Pero el sentimiento de injusticia en perros y lobos es una realidad.

El origen de la moral y de la empatía

No hay una concordancia sobre el origen de la moral. Ni siquiera en los seres humanos. El tema sigue siendo motivo de investigaciones y discusiones entre científicos, filósofos y religiosos.

Una fuerte corriente científica defiende que los humanos poseen una especie de circuito neuronal preparado para lidiar con las cuestiones morales. Significa que los sentimientos de justicia y empatía no son solamente culturales, son en parte innatos a todos los hombres.

Perro detras de una puerta

Eso explicaría por qué algunas personas que nacen con trastornos o sufren accidentes que afectan esta región cerebral, son incapaces de demostrar empatía. Y consecuentemente desarrollan dificultades de integración social, tendiendo al aislamiento.

La moral como una habilidad evolutiva de los hombres

También de forma similar al lenguaje, la teoría más aceptada dice que el hombre habría desarrollado la empatía durante su evolución. Básicamente para garantizar la vida en comunidad.

Los humanos primitivos se habrían dado cuenta que necesitaban vivir en comunidad para ser más fuertes y sobrevivir. Eso daría origen a las primeras normas de convivencia basadas en lo que era considerado bueno para la comunidad y lo que no.

El hombre que no cumpliera los comportamientos adecuados para la comunidad sería expulsado y tendría pocas opciones de sobrevivir por sí mismo.

Con el paso de los años, el crecimiento de la especie humana y de las sociedades, la noción de moral sufrió muchas transformaciones. Y nuestro objetivo no es juzgarlas.

La empatía en los simios

Antes de investigar el sentimiento de injusticia en perros, estos científicos relacionaron la capacidad evolutiva del hombre con la historia de los simios. Estos animales ganaron la atención de muchos científicos gracias a su notable capacidad de aprender y administrar una sociedad compleja.

Por ello, se llevaron a cabo experimentos con diferentes especies de monos. El objetivo era analizar su capacidad de demostrar empatía y reaccionar frente a las injusticias.

El resultado fue todavía mejor de lo esperado. Se observó que los simios dejaban de consumir los alimentos que se les ofrecían si eso significaba perjudicar a un semejante suyo. De igual manera, se recusaban a cooperar con cualquier actividad cuando presenciaban una injusticia.

Eso quiere decir que los monos, igual como los humanos, son capaces de distinguir la equidad de la inequidad. Por ello, detectan fácilmente cuando son testigos de una injusticia.

Estos descubrimientos abrieron camino para investigaciones sobre la capacidad ética en otros animales, revolucionando las teorías morales clásicas.

Sentimiento de injusticia en perros y lobos: recientes estudios

Después del éxito de los experimentos con simios, los científicos pasaron a considerar otros mamíferos hasta entonces considerados “inferiores”.

Algunos estudios ya habían revelado que los perros demostraban empatía en relación a mamíferos y a humanos. Los resultados apuntaban que eso se debería a una capacidad de adaptación social. Era resultado de la propia convivencia histórica con los hombres y otras mascotas.

Pero investigadores de la Universidad de Viena revelaron que el sentimiento de injusticia en perros y lobos puede tener una base biológica. Eso demostraría que la capacidad moral de estos cánidos sería anterior a la domesticación.

Los experimentos utilizaron perros y lobos previamente entrenados para apretar un botón (zumbador) mediante un comando específico. Se percibió que los animales recusaban a presionar el botón cuando diagnosticaban un trato injusto hacia ellos o hacia los compañeros.

Por ejemplo: los perros y lobos recusaban a apretar el botón cuando se les ofrecía una recompensa menor que a otro compañero. También se mostraban resistentes cuando se ofrecía una recompensa a otro compañero y no a ellos.

Mujer abrazando a un perro

Perros y lobos recusaron a continuar el experimento cuando percibieron la relación de inequidad.

Sentimiento de injusticia en canes y jerarquía social

El mismo experimento constató la notable jerarquía social que existe en las manadas de perros y lobos.

Los animales alfa – líderes de manada – se mostraban claramente más impacientes y reluctantes cuando se percibían que su recompensa era inferior.

Ya se comprobó que los lobos no pueden ser domesticados. Pero demostraron comportamientos semejantes frente a situaciones de inequidad. Estas observaciones permitieron derrumbar la noción de que el sentimiento de injustica en perros es solamente una domesticación.


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