Spray antiparasitarios para perros
Como dueños responsables que somos, queremos que nuestras mascotas estén bien todo el tiempo. Pero a veces ya no sabemos qué más hacer para quitarles las pulgas o garrapatas. ¿Has probado con los spray antiparasitarios para perros? En este artículo te contaremos más sobre ellos.
Spray antiparasitarios: qué saber
Dentro de los métodos para eliminar pulgas o garrapatas, o para evitar que los mosquitos y moscas se ensañen con nuestras mascotas, encontramos muchas opciones. Las más conocidas son la pipeta, el collar antipulgas y las pastillas antiparasitarias. Pero también tenemos una alternativa más: los conocidos como spray antiparasitarios.
Es sin duda una herramienta más que práctica y útil para combatir todo tipo de parásitos e insectos, principalmente los más comunes. Este producto suele ser usado por aquellos propietarios de perros que prefieren algo práctico, incluso mucho más que las pipetas.
Por ejemplo, hay varios perros que no permiten a sus dueños acercarse con algo similar a una aguja –como es la anteriormente mencionada pipeta– o que vomitan la pastilla antiparasitaria. También podemos nombrar casos de mascotas que no toleran el collar, ya que les genera una reacción alérgica en el cuello.
Para evitar todas estas situaciones, o si te has dado cuenta que las demás alternativas no surten efecto, los spray antiparasitarios son perfectos.
Este método tiene resultado inmediato y, a diferencia de las pastillas antiparasitarias, los sprays pueden eliminar los parásitos o insectos en el momento. ¡También actúan como repelente si vamos al campo o estamos en el jardín durante el verano!
La mala noticia es que no tienen un efecto preventivo en el largo plazo, lo que quiere decir que se debe aplicar más seguido que la pipeta, la cual tiene una duración de un mes aproximadamente.
¿Cómo se usan los spray antiparasitarios?
El modo de uso es más que sencillo. Basta con rociar el spray sobre el pelo y la piel del perro. Es fundamental, igualmente, prestar atención a las indicaciones del paquete o caja contenedora, ya que debemos evitar que el producto haga contacto con los ojos, nariz, boca u oídos del animal. Tampoco se puede colocar sobre una herida, cicatriz o magulladura.
Los spray antiparasitarios son muy sencillos de usar, la aplicación es rápida y además se trata de un método altamente efectivo. Podemos encontrar diferentes presentaciones y tamaños, algunos con pulverizador y otros como spray similar al de los repelentes de mosquitos que usamos para nosotros.
Seguramente te preguntarás cómo está compuesto, y eso dependerá de los fabricantes en particular, si bien hay componentes comunes entre todas las marcas. Si tienes alguna duda sobre qué contiene, es mejor que consultes con el veterinario. El profesional sabrá indicarte si tiene alguna contraindicación para tu perro en particular.
Los sprays antiparasitarios funcionan más que bien contra moscas y mosquitos porque son de efecto inmediato. Sin embargo, no siempre sirven para tratar pulgas y garrapatas (todo depende de la composición del producto). Por lo tanto, no se aconsejan como tratamiento a largo plazo, a menos que el veterinario indique lo contrario.
Pueden ser de gran utilidad cuando nos vamos de vacaciones a un sitio rural, o si sacamos a pasear a nuestro perro y vamos a un parque o lugar al aire libre con mucho césped y plantas donde puedan ‘esconderse’ los parásitos.
Una de las principales ventajas de los sprays antiparasitarios es que pueden ser usados en cachorros menores de tres meses, algo que no sucede con las pipetas, los collares o las pastillas. Igualmente, debes prestar atención a lo indicado en el prospecto para saber si es adecuado para tu mascota.
Eso sí, debes tener en cuenta que no protege a los animales contra la leishmaniosis y puede que los sprays tengan efectos menores que los demás métodos indicados anteriormente.
Por último, te aconsejamos que utilices los spray antiparasitarios como complemento a las pipetas o collares y que pulverices todos aquellos sitios que tu perro frecuenta: cama, alfombra, cojines, sofá, caseta, mantas… e incluso bordes y zócalos donde pueden permanecer las pulgas sin que las veamos. Cuando no lo estés usando, guárdalo en un lugar seguro, ya que es tóxico.
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Pérez Arellano, J. L., Carranza, C., & Mateos, F. (2009). Antiparasitarios. Revisión de los fármacos útiles en el tratamiento de parasitosis clásicas y emergentes. Revista Espanola de Quimioterapia. https://doi.org/10.1525/cond.2012.110139