¿Tienen los animales conciencia?

A lo largo de los años, el hecho de que los animales no humanos tengan o no conciencia ha sido motivo de debate. La respuesta, desde luego, no es sencilla.

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 18 octubre, 2022

La consciencia es uno de esos grandes interrogantes sobre la mente. Todo el mundo puede hablar de ella, dar incluso una definición aproximada y todos estamos de acuerdo en que existe y que tenemos una. Pero ¿qué pasa con el resto de seres vivos? ¿Tienen los animales conciencia?

Que un animal sea consciente de lo que ocurre a su alrededor, incluso de sí mismo, es algo que ha despertado la curiosidad de los humanos desde hace mucho. A lo largo de los años, la inclusividad del término «conciencia» ha ido abriendo su espectro poco a poco, hasta llegar a especies animales que nunca hubiésemos imaginado.

¿A qué llamamos conciencia?

La conciencia o consciencia se define como la capacidad para no solo procesar los estímulos que llegan del medio, sino de experimentarlos de una forma subjetiva. Es decir, un ser consciente no solo ve un objeto, sino que sabe que lo está observando.

La neurociencia, buscando respuestas en el cerebro, encontró una base neurológica común para la mayoría de los animales en lo que a la capacidad de sentir y reaccionar emocionalmente a los estímulos se refiere.

Por ejemplo, en estudios comparativos entre mamíferos y aves se encontró que tanto unos como otros disponían de los mecanismos necesarios para tener una conciencia subjetiva de su experiencia, por lo que no era algo exclusivo de los mamíferos.

Tanto es así que, en 2003, en la Francis Crick Memorial Conference —celebrada en la Universidad de Cambridge— el grueso de neurocientíficos firmaron una declaración en la que se afirmaba que los animales no humanos son poseedores de consciencia.

¿Es la conciencia animal equiparable a la humana?

Los primeros estudios sobre la conciencia animal se basaron en pruebas hechas en niños. La prueba del espejo, creada por Gordon Gallup, es una de las más famosas. En este experimento se marcaba al animal con una mancha que solo podría ver mirándose al espejo.

Los animales que pasaban la prueba —principalmente grandes simios— mostraban conductas propias del autorreconocimiento: trataban de quitarse la mancha, la miraban desde distintos ángulos o hacían muecas.

La prueba del espejo adaptada

La prueba del espejo fue la más utilizada hasta que las críticas plantearon lo siguiente: ¿todas las especies perciben el mundo igual que nosotros? La respuesta es que no.

Por tomar un ejemplo, un perro depende mucho más del olfato que un humano para interactuar con el entorno, así como una rapaz basa casi toda su percepción en el sentido de la vista, mucho más agudo que el nuestro.

Estas son algunas de las especies en las que se ha demostrado la existencia de una conciencia:

• Perros: Alexandra Horowitz modificó la prueba del espejo para adaptarla al olfato canino y encontró que los perros pasaban más tiempo olfateando el olor de otros en vez del suyo propio.
• Cuervos: la mayoría de las aves basan su experiencia en la visión, como nosotros. Existen pruebas de vídeo donde se demuestra como algunas especies pasan la prueba del espejo.
• Delfines: conocidos por su gran inteligencia, los delfines fueron de las primeras especies en pasar la prueba del espejo.
• Elefantes: al igual que los delfines, estos sensibles y complejos mamíferos pasaron la prueba del espejo casi sin dificultades.
• Peces: Aunque aún está por interpretar, el lábrido limpiador (labroides dimidiatus) mostraba conductas atípicas delante del espejo, las cuales no se habían observado en interacciones sociales con otros miembros de la especie.

Modificar la prueba del espejo nos dio la clave que necesitábamos los humanos: no se puede cortar la percepción de todas las especies por el mismo patrón. Esto supuso un importante avance para la etología y la demostración de que la superioridad humana en el planeta se sostiene cada vez menos.

Entonces, ¿tienen los animales conciencia?

Toda la evidencia apunta a que sí. Los grupos que luchan por los derechos animales abrieron este camino con los estudios que demostraban que los animales no humanos sienten dolor, algo que sentó las bases de la empatía hacia ellos.

El camino no se detiene ahí: no solo se ha demostrado que los animales tiene conciencia, sino que muchos de ellos muestran conductas y emociones tan parecidas a las nuestras —como el sentido de la justicia o incluso comprender la muerte— que es imposible negar que pueden ser tan sintientes como nosotros.