Tratamientos de la anemia en perros

La anemia es una enfermedad en la que disminuye la producción de glóbulos rojos. Al ser los encargados de transportar el oxígeno a los tejidos, esto deriva en otra serie de síntomas y problemas.
Tratamientos de la anemia en perros
Elsa M. de Arribas

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 21 octubre, 2019

La anemia en perros es una patología habitual que implica una disminución del número de glóbulos rojos en el organismo. Como las causas que pueden provocarla son varias, es recomendable informarse sobre esta enfermedad.

¿Qué es la anemia?

La anemia es una patología ocasionada por una disminución de la producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Esto, a su vez, provoca que los tejidos reciban una menor cantidad de oxígeno.

Los glóbulos rojos o eritrocitos son las moléculas encargadas del transporte de oxígeno por todo el cuerpo. Por esta razón, entre los síntomas más representativos de la anemia se encuentran el cansancio y una mayor dificultad a la hora de realizar ejercicio.

Tipos de anemia en perros

Existen diferentes tipos de anemia, que varían según la causa y la gravedad. Además, se clasifican en dos grupos de anemias, dependiendo de si son regenerativas o no regenerativas.

Anemia en perros

Anemias regenerativas

En este tipo de anemias, la médula ósea produce una gran cantidad de glóbulos rojos, pero no la suficiente para combatir la pérdida de sangre. Las pérdidas de sangre, a su vez, pueden ser provocadas por diversos motivos.

Entre estos motivos se encuentran las hemorragias derivadas de accidentes, úlceras o por la presencia de pulgas o parásitos intestinales. Otro motivo puede ser que haya ocurrido una hemólisis, es decir, una destrucción masiva de los glóbulos rojos.

Anemias no regenerativas

En las anemias no regenerativas, la médula ósea se encuentra en una situación en la que es incapaz de producir suficientes glóbulos rojos. Las causas de estas anemias pueden variar.

Normalmente, se deben a enfermedades que atacan directamente a la médula ósea. Un ejemplo son las enfermedades autoinmunes.

Otra opción es que la médula ósea sufra un ataque indirecto. Esto puede deberse a una deficiencia de eritroproyetina, una hormona que favorece la producción de glóbulos rojos. Entre otras razones, se encuentran enfermedades hormonales o una deficiencia nutricional.

Existe otra clasificación de los tipos de anemia en perros. Esta enfermedad puede ser hemolítica (el sistema inmune destruye los eritrocitos), aplásica (producción incorrecta de eritrocitos en la médula ósea) o hemorrágica (causada directamente por la pérdida de sangre).

Causas de la anemia en perros

Cada tipo de anemia es originada por una causa concreta. Entre las causas que pueden provocar la anemia se encuentran los sangrados. Un sangrado puede ser un sangrado interno o externo, que deriva en una pérdida de sangre que, a su vez, resulta en anemia.

Comprobando con escáner el sangrado interno en los perros

Otras causas posibles son las siguientes:

  • Enfermedad inmunomediada. Aquella en la que es el propio sistema inmunológico el responsable del ataque a los glóbulos rojos.
  • Sangrado provocado por una inflamación severa en el tracto gastrointestinal.
  • Reacción o exposición a ciertos medicamentos. Dichos medicamentos pueden obstaculizar la producción de glóbulos rojos.
  • Enfermedades infecciosas, como las transmitidas por las garrapatas.
  • Pérdida de sangre causada por infestaciones severas por pulgas.
  • Exposición a toxinas. Un ejemplo es la intoxicación por plomo.
  • Cáncer. La anemia puede derivar del sangrado del tumor o de un sangrado gastrointestinal.

Por lo tanto, las causas de las que deriva esta enfermedad son variadas. En general, puede deberse a la pérdida de sangre, la destrucción de los glóbulos rojos o a la incapacidad del propio organismo para producirlos.

Tratamiento de la anemia en perros

La anemia tiene síntomas muy característicos, entre los que se encuentran el cansancio, la disminución del apetito o dificultad a la hora de realizar ejercicio. Una vez identificados los principales síntomas, se procede a realizar las pruebas necesarias para confirmar el diagnóstico.

Es conveniente aclarar que esta patología no es contagiosa, aunque también puede afectar a otros animales domésticos como los gatos. No obstante, dependiendo de la gravedad, es necesario aplicar antes un tipo de tratamiento u otro. Normalmente, el tratamiento se determina una vez que se ha conocido la causa de la anemia.

En el caso de que la anemia haya sido clasificada como grave, es probable que el paciente requiera una transfusión sanguínea. Las transfusiones sanguíneas permiten reemplazar los glóbulos rojos perdidos.

¿Puede prevenirse la anemia?

Pueden tomarse medidas para prevenir la anemia. Hay ocasiones en las que la anemia se debe a un déficit de nutrientes. Para solventar este fallo, el mercado ofrece diferentes tipos de dietas adaptadas a cada caso. Generalmente, si este es el caso, el veterinario recomendará una dieta rica en hierro, proteínas y vitaminas.

El hierro es un elemento que forma de la hemoglobina, que a su vez es una proteína localizada en los glóbulos rojos que interviene en el transporte de oxígeno. Por eso, es tan importante el hierro en una dieta para revertir la anemia.

No ha de olvidarse acudir siempre a un profesional sanitario que confirme el diagnóstico y, así, poder aplicar el tratamiento más correcto. 


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