Tres enfermedades del páncreas habituales en las mascotas

El páncreas es importantísimo en multitud de procesos fisiológicos diarios. Quizás por eso es uno de los órganos más vulnerables y que mayores complicaciones puede generar en un animal.
Tres enfermedades del páncreas habituales en las mascotas
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 09 febrero, 2022

Existen múltiples enfermedades del páncreas que implican gravedad para las mascotas. Hablamos de un órgano que tiene una doble funcionalidad, pues actúa como glándula digestiva y como glándula endocrina. Por lo tanto, cualquier mínimo desajuste en sus funciones puede suponer una verdadera emergencia sanitaria.

Es habitual haber oído hablar de la diabetes o de los tumores pancreáticos, pero ¿existen más enfermedades del páncreas que pongan en jaque a los veterinarios? Aquí te damos respuesta a la pregunta.

Tres enfermedades del páncreas habituales en las mascotas

A continuación, describiremos tres de las enfermedades pancreáticas que pueden afectar a perros y gatos por igual.

Enfermedades del páncreas en mascotas.

La pancreatitis

La pancreatitis, por definición, es la inflamación del páncreas. Se trata de un órgano del aparato digestivo muy importante desde el punto de vista hormonal.

Como glándula, es responsable de secretar insulina o glucagón, implicadas en el metabolismo de los azúcares de forma opuesta. La insulina reduce la concentración de glucosa en sangre, lo que promueve su absorción a nivel celular. El glucagón, al contrario, promueve su aumento.

Una pancreatitis alterará, como es lógico, la producción de estas hormonas que tan importantes son para mantener el buen estado de salud del animal.

¿Qué causas ocasionan una pancreatitis y qué síntomas muestra un animal con esta enfermedad?

Existen todo tipo de causas. Por ejemplo, la administración de determinados fármacos, las dietas demasiado grasas o las infecciones, por no hablar de cualquier condición que dañe directamente el tejido del páncreas.

Una vez comienza la inflamación, lo más habitual es que aparezcan síntomas de malestar digestivo como vómitos, diarrea y dolor abdominal. Los casos más graves van acompañados de fiebre, depresión, anorexia y deshidratación. Pueden aparecer, incluso, complicaciones que afecten a otros órganos, como dificultad respiratoria o arritmias cardiacas.

¿Cómo se resuelve una pancreatitis?

El tratamiento principal consiste en abordar los síntomas y las posibles complicaciones que vayan apareciendo:

  • En primer lugar se recomienda el ayuno. Así desaparece el estímulo que desencadena la producción de enzimas pancreáticas que no hacen más que empeorar la situación.
  • En segundo lugar, puede ser necesario administrar insulina, ya que una de las principales complicaciones es la diabetes.
  • Por último, la terapia con antiinflamatorios y antimicrobianos ayudarán a frenar los síntomas y las posibles causas.

La enfermedad es posible de controlar pero muy difícil de curar, sobre todo cuando se cronifica.

El insulinoma

El insulinoma es un tumor localizado en el páncreas que tiende a producir cantidades exageradas de insulina. Estas masas tumorales se describen a menudo en perros de mediana o avanzada edad, con sobrepeso y de razas grandes. En gatos, sin embargo, se han notificado muy poco.

El resultado del exceso de insulina en sangre es la hipoglucemia. Puesto que el insulinoma tiende a la sobreproducción continua de insulina, la deficiencia de glucosa en sangre lo será también.

¿Qué signos suele mostrar una mascota con un insulinoma y cómo los tratamos?

Uno de los síntomas más habituales es el colapso durante la actividad física o directamente la intolerancia a cualquier tipo de ejercicio. Esto se aprecia porque aparece debilidad, temblores y signos neurológicos variados en el animal. Ocasionalmente pueden producirse convulsiones. En cualquier caso, los síntomas suelen remitir o desaparecer con la alimentación inmediata.

Los pacientes con sintomatología neurológica necesitarán, sin embargo, atención veterinaria inmediata.

El manejo de los insulinomas a largo plazo suele ser exitoso, por ejemplo, modificando las pautas alimentarias del animal. Se recomiendan alimentaciones múltiples por día utilizando alimentos de bajo índice glucémico. En casos muy graves, puede ser necesario administrar determinados medicamentos que induzcan a la resistencia a la insulina.

La más peligrosa de las enfermedades del páncreas: la cetoacidosis diabética

Como su propio nombre indica, es una posible consecuencia para un paciente diagnosticado con diabetes, aunque es cierto que se han descrito casos repentinos en animales sanos. En cualquier caso, la cetoacidosis es un situación crítica indicadora de que la producción de insulina es deficitaria o bien de que existe algún tipo de resistencia a la insulina.

Esta complicación se desarrolla en cuestión de horas y pone en peligro la vida del paciente, por lo que se considera una emergencia.

¿Cómo se desarrolla la cetoacidosis?

Suele producirse tras una infección, una enfermedad inflamatoria o una alteración metabólica. Estas condiciones hacen que aumente aún más el desequilibrio de la insulina, a favor de hormonas compensatorias como el glucagón. Cuando esto sucede las células, en vez de metabolizar la glucosa, utilizan la grasa.

A medida que las grasas se descomponen, se forman los llamados cuerpos cetónicos o cetoácidos. Cuando estos cetoácidos se acumulan exageradamente, aparecen los signos clínicos.

Manejo de una mascota con cetoacidosis diabética

Lo primero será tratar la crisis mediante la corrección cualquier desequilibrio que se haya producido y que ponga en peligro la vida del animal. A la par habrá que administrar insulina para reducir la hiperglucemia (exceso de glucosa en sangre). Esto, además, promoverá la degradación de los cetoácidos.

La terapia con insulina será la piedra angular, al permitir la absorción de la glucosa y evitar la producción de más cetoácidos, pero no hay que olvidar el tratamiento de la posible causa subyacente para evitar que la crisis se vuelva a producir.

Representación del páncreas sobre fondo blanco.

Como hemos podido ver, las patologías pancreáticas de presentación común en el ámbito veterinario son variadas y algunas de ellas de difícil solución. Ante cualquier signo de malestar fisiológico en el animal, la visita a un profesional se hace esencial.


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