¿Cómo calmar a un perro nervioso?

Cuando notamos que un perro está nervioso, debemos averiguar cuál puede ser la causa para así poder brindarle la mejor atención y así, ayudarlo a calmarse.
¿Cómo calmar a un perro nervioso?
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 28 febrero, 2020

Un perro nervioso no decide estarlo porque “quiere”, así sin más. Como toda cuestión en la vida, su actitud puede tener diversas causas. Es importante intentar averiguar la causa para poder ayudar al animal a calmarse y sentirse mejor en su entorno.

Si bien hay razas más propensas a estresarse con facilidad que otras, lo cierto es que cualquier perro puede ponerse nervioso en ciertas circunstancias. Algo similar ocurre con las personas, ¿cierto? Hay individuos más propensos a ponerse nerviosos que otros y, además, cada cual expresará su incomodidad de diversas maneras.

Volviendo a los canes, es conveniente que nos preguntemos una cuestión clave: ¿es nuestra mascota nerviosa por naturaleza –porque esto forma parte de su carácter– o porque está recibiendo algún tipo de estímulo externo? 

Existen perros que necesitan una estimulación mayor para tener una actitud normal en ciertos escenarios. Hay que saber ayudarlos para que no sufran. 

Reconoce el estrés en perros

El estrés es una respuesta adaptativa de los seres vivos a situaciones que puedan provocar una amenaza, en un mundo en constante cambio es un recurso muy valioso. Sin embargo, cuando el estrés o nerviosismo se convierte en algo crónico puede llegar a convertirse en un problema de salud.

El estrés puede desencadenar alteraciones fisiológicas, emocionales y conductuales como la agresividad. En canes los signos de estrés pueden ser, entre otros muchos:

  • Jadeos
  • Vómitos
  • Alopecia
  • Bostezos
  • Pérdida de apetito
  • Pupilas dilatadas
  • Lamido y rascado compulsivo
  • Vocalizaciones excesivas: ladridos, llantos, aullidos, etc.

Cabe destacar que estos son síntomas poco específicos y que es necesario verlos en conjunto para diferenciarlos de una enfermedad concreta.

Encuentra la causa del nerviosismo

Es fundamental determinar qué es lo que causa el nerviosismo en el perro para tratar el problema de raíz. En perros las causas más frecuentes suelen ser:

  • Falta de atención y actividad física. Un perro que no juega ni se ejercita tenderá a estar mucho más nervioso.
  • Soledad. Cuando un perro pasa muchas horas a diario solo en casa es posible que experimente estrés y, por consiguiente, nerviosismo.
  • Miedo. Las mascotas pueden desarrollar fobias a ciertas situaciones como las tormentas o el ruido de los petardos y sufrir un pico de estrés que les haga deambular por la casa, babear…
  • Falta de socialización. Es un problema común que un perro reaccione de forma nerviosa frente a estímulos concretos como otro perro, un niño pequeño, el sonido de los coches, motos…
  • Ansiedad por separación. Hay perros que demuestran sufrir un alto nivel de estrés cuando su propietario se va de casa, aunque solo sean unos minutos. Por ello, durante el tiempo que pasan solos pueden llegar a destrozar objetos, ladrar constantemente o hacer sus necesidades dentro de casa.
  • Cambios en su entorno. Los perros perciben como nos sentimos y un nuevo cambio en nuestras vidas también puede afectarles a ellos. Las mudanzas, la llegada de un nuevo miembro a la familia o la ausencia de un ser querido pueden generarles ansiedad.

¿Cómo ayudar a un perro nervioso?

Perro que comenzará a ladrar

1. No le dejes mucho tiempo solo

Los perros son animales sociales, necesitan compañía y atención. Plantéate compatibilizar tus horarios con tu mascota y aunque es inevitable pasar fuera horas de casa puedes prepararle actividades para distraerlo durante esas horas. También existen las guarderías y los cuidadores para perros.

2. Actividades diarias con tu perro

A diario, lo mínimo que debes proporcionale a un perro es:

  • Paseo. En el paseo además de hacer sus necesidades un perro necesita libertad para oler su entorno. Puedes acudir a una zona donde puedas soltarlo o utilizar una correa larga de 3 o 5 metros.
  • Enriquecimiento ambiental en casa. Con juguetes interactivos, mordedores, comida, snacks…
  • Juegos de olfato. Esta actividad además de desarrollar el olfato del perro es una manera de reducir sus niveles de energía y estrés, podemos conseguirlo simplemente escondiendo comida en ropa vieja o telas.
  • Atención. Las caricias, abrazos y mimos reducen el estrés en el perro y son importantes para reforzar el vínculo con la mascota.
  • Entrenamiento. Los perros son animales inteligentes capaces de aprender gestos, señales y palabras, con el entrenamiento el perro gasta energía y es una buena forma de estimulación.

3. Ayúdale a hacer ejercicio físico

El ejercicio físico es una buena manera de calmar a un perro nervioso, mantenerlo en su peso y mantenernos en forma nosotros mismos. Los paseos y los juegos al aire libre son excelentes opciones.

4. Consulta con un educador

Si crees que tu perro tiene un problema de conducta puedes ponerte en contacto con un educador o etólogo para que te indique qué ocurre y cómo tratar adecuadamente su nerviosismo. El educador encontrará la causa del estrés y elegirá el mejor método gestionarlo, esto a la larga mejora la calidad de vida del animal y de las personas de su entorno.

Conclusión

Para calmar a un perro nervioso debemos tener paciencia y buena disposición. Solo así podrás ir creando, progresivamente, el entorno que necesita para sentirse mejor, mientras pones en práctica las medidas pertinentes.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Affinity-petcare. Terapia con perros, signos de estrés y cómo solucionarlo.
  • Affinity-petcare. La ansiedad en los perros: causas, síntomas y cómo ayudarles.
  • Habla con ellos. Educación y adiestramiento canino.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.