Cuidados básicos de un animal en estado crítico

Los cuidados proporcionados en la clínica a un paciente crítico son fundamentales a la hora de mejorar su estado de salud. También permiten detectar cualquier complicación y atajarla a tiempo.
Cuidados básicos de un animal en estado crítico
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 09 octubre, 2020

Los principales sistemas corporales son los que realizan funciones vitales para la supervivencia inmediata del animal. Estos son el sistema cardiovascular, el aparato respiratorio y el sistema nervioso central.

Los cambios en uno de estos sistemas puede tener consecuencias inmediatas para la supervivencia del paciente, y por ello, hay que tenerlos muy en cuenta a la hora de proporcionar cuidados a un animal en estado crítico.

El reconocimiento temprano de cualquier problema en estos sistemas y la acción preventiva inmediata pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte de la mascota. Aquí te contamos los cuidados básicos de un animal en estado crítico.

Monitorización del sistema cardiovascular en un animal en estado crítico

La evaluación cardiovascular comenzará con los cuidados básicos que mostraremos en líneas posteriores. A partir de aquí, se decide si son necesarias otras pruebas complementarias o una monitorización avanzada, como la medición de la presión arterial y venosa o la realización de un electrocardiograma.

1. Verificar el estado de las mucosas y el tiempo de relleno capilar

Lo más fácil suele ser recurrir a la mucosa del interior de la boca. Allí se puede observar:

  • Su coloración e hidratación: un perro sano debería tener mucosas rosadas —sin contar con la pigmentación oscura que presentan algunas razas— y húmedas.
  • El tiempo de relleno capilar sobre las encías: un animal sano debería tener un relleno capilar de un segundo o como mucho segundo y medio.
Una veterinaria limpia los dientes de un perro.

Los resultados obtenidos se pueden interpretar de diversas formas. Unas mucosas muy pálidas, blancas o grises indican falta de sangre o anemia. Si son azuladas son un signo de cianosis, es decir, falta de oxígeno en sangre.

Por el contrario, unas mucosas rojas pueden ser signo de excesiva excitación, fiebre o inflamación de algún tipo.  Unas mucosas amarillentas —ictericia— suelen ser indicativas de destrucción de glóbulos rojos o enfermedades hepáticas.

Otras anomalías poco frecuentes son las mucosas marrones, que se observan en la intoxicación por paracetamol en los gatos, o unas encías de color rojo cereza, hecho causado por la intoxicación por monóxido de carbono.

En cuanto al tiempo de relleno capilar, si es muy lento esto indica una reducción del flujo sanguíneo. Por ejemplo, si hay un sangrado abundante en otra parte del cuerpo o una insuficiencia cardiaca. En contraposición, un tiempo de relleno demasiado corto es indicativo de excitación, fiebre o inflamación.

2. El pulso

La palpación del pulso suele ser más difícil en los gatos que en los perros. Aún así, la evaluación precisa de la calidad del pulso requiere mucha práctica con ambas especies. Lo más sencillo suele ser recurrir a la vena femoral, la cual se encuentra en el interior de las extremidades posteriores.

Monitorización del aparato respiratorio en un un animal en estado crítico

Todo el personal a cargo del servicio de urgencias de una clínica debe ser consciente de la fragilidad de un animal con dificultad respiratoria, por no hablar de los riesgos de cualquier procedimiento realizado en estos pacientes. Solo el estrés de sujetarlo para realizar cualquier examen en él puede resultar fatal.

Lo primero, el examen del aparato respiratorio

Suele incluir la determinación de la frecuencia respiratoria, la evaluación del esfuerzo respiratorio y la auscultación de los pulmones. Un perro sano de raza mediana-grande debería tener una frecuencia respiratoria de 15-30 respiraciones por minuto.

Los animales con problemas respiratorios muestran adaptaciones posturales, pues están tratando de conseguir más aire. Esto incluye:

  • Estar de pie en lugar de sentados.
  • abrir los codos y estirar el cuello —posición ortopneica—.
  • Aumentar los movimientos respiratorios torácicos y abdominales.
  • Respirar con la boca abierta.

Algunas de las manifestaciones posturales de la disnea varían entre perros y gatos. Los canes prefieren estar de pie con los codos abiertos, mientras que los gatos tienden a sentarse con el esternón pegado al suelo.

En última instancia, tumbarse sobre un costado y respirar con la boca muy abierta suele ser indicativo de dificultad respiratoria extrema.

El patrón respiratorio

Analizar las características de la respiración puede ayudar a localizar el origen del problema. Por ejemplo, una obstrucción de las vías respiratorias altas suele asociarse con inspiraciones demasiado largas o sonidos extraños.

Sin embargo, el asma felina, que afecta a las vías respiratorias bajas, se asocia con espiraciones prolongadas y esfuerzo abdominal.

También será interesante auscultar tanto las vías respiratorias como los pulmones. Con esto se pueden detectar, por ejemplo, los neumotórax o los derrames pleurales, enfermedades que consisten en la presencia de aire o líquido libre en la caja torácica, respectivamente.

Monitorización del sistema nervioso central en un animal en estado crítico

Las enfermedades graves se asocian a menudo con debilidad muscular y depresión del sistema nervioso central. Por esta razón, cualquier anomalía del estado mental o de la locomoción pueden ayudar al diagnóstico y posterior cuidado de un paciente crítico.

Existen una serie de síntomas según el lugar del sistema nervioso central que se ha visto afectado. Te los mostramos a continuación.

Síntomas que implican que el encéfalo está afectado

Aquellos con los que hay que tener más cuidado son:

  • Depresión: a menudo se debe a la mala circulación sanguínea en el cerebro o a un aumento de las toxinas en sangre por insuficiencias renales o hepáticas. Si el grado de depresión es mayor del esperado, lo más probable es que la causa sea intracraneal o metabólica.
  • Estupor y el coma.
  • Hiperexcitabilidad.
  • Convulsiones.

Síntomas que implican que la que está afectada es la médula espinal

Ante una patología en un área tan delicada, lo más habitual es que aparezca algún grado de:

  • Paresia o parálisis de las extremidades.
  • Ataxia o descoordinación.

Las causas  de este tipo de afecciones en la médula espinal suelen ser las hernias discales, las fracturas o luxaciones de columna, las inflamaciones en la zona o los tumores.

El problema es que las lesiones de la médula espinal también pueden perjudicar la función de los nervios periféricos más importantes. Muchos de estos nervios se encargan de regular la función respiratoria, cardiaca y digestiva, entre otras.

Animal en estado crítico.

Como hemos podido ver, el principal de los cuidados de un animal en estado crítico es la monitorización de sus constantes vitales y un diagnóstico efectivo de la patología subyacente. En la salud de las mascotas, cada segundo cuenta.


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